Tras la victoria del Real Madrid por 2-1 sobre el Barcelona , ha surgido una revelación notable: Federico Valverde jugó todo el Clásico mientras luchaba contra una fiebre y una gastroenteritis.
Según AS , el centrocampista uruguayo, que empezó como lateral derecho y lució el brazalete de capitán, está lejos de estar en plena forma, pero insistió en representar a su equipo en uno de los encuentros más exigentes de la temporada.
Según se informa, Valverde comenzó a sentirse mal la noche anterior al partido, mostrando inicialmente solo síntomas leves.
Sin embargo, para la mañana del partido, su estado había empeorado. A pesar de sufrir fiebre y molestias estomacales, el astro del Real Madrid le dejó claro a Xabi Alonso que estaba decidido a jugar.
Le aseguró al entrenador que podía seguir adelante, diciendo que quería estar en el campo independientemente de cómo se sintiera, y se mantuvo fiel a su palabra.
Valverde dio la alarma
Justo antes del inicio, el estado de Valverde alertó a la plantilla. Sudaba visiblemente y necesitaba medicamentos para controlar la fiebre.
Aunque la medicación le ayudó a soportar la primera mitad, no pudo enmascarar completamente su malestar.
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Aún así, Valverde siguió luchando, mostrando su resiliencia y compromiso con el escudo.
Al descanso, Dani Carvajal empezó a calentar intensamente mientras Valverde seguía quejándose de sentirse “muy mal”.
Alrededor del minuto 60, el centrocampista cayó al suelo y requirió atención médica. No fue una lesión lo que lo derribó, sino el desgaste físico que supone jugar bajo tal presión.
Finalmente, en el minuto 72, Valverde miró hacia el banquillo y señaló que había llegado a su límite.
Alonso respondió de inmediato, dando entrada a Carvajal en su lugar. A pesar del agotamiento, Valverde ya había cumplido con su deber.
Su actuación, vista ahora en contexto, adquiere un significado aún mayor.
Jugar El Clásico es una prueba de resistencia en el mejor de los casos, pero hacerlo con fiebre y gastroenteritis demuestra un nivel de compromiso que pocos pueden igualar.