Durante su etapa como jugador, Xabi Alonso era reconocido por su temple en los momentos de máxima presión. En el césped, rara vez mostraba nerviosismo, transmitiendo siempre una sensación de serenidad. Esa misma calma intenta mantener ahora desde el banquillo, aunque su faceta actual revela a un entrenador mucho más activo y expresivo.
Sin embargo, esta nueva etapa aún le guarda experiencias por vivir, y una de las más intensas será dirigir su primer Clásico como técnico del Real Madrid. Para el tolosarra, será un reto distinto al que conoció como futbolista, con nuevas responsabilidades y una expectación mediática que solo un duelo ante el Barcelona puede generar. El encuentro, además, representa una oportunidad clave para consolidar su proyecto en el banquillo merengue.
Xabi Alonso y su historial frente al FC Barcelona
A lo largo de su carrera, Xabi Alonso disputó 30 partidos ante el FC Barcelona. De ellos, 20 fueron vistiendo la camiseta del Real Madrid en diversas competiciones nacionales e internacionales. También se midió al conjunto culé con la Real Sociedad (6 veces), con el Liverpool (2) y, ya en el Bayern Múnich, en las semifinales de la Champions League dirigidas por Guardiola.
El balance global, sin embargo, no le fue del todo favorable. Contra el Barça como jugador del Madrid, Alonso ganó cinco encuentros, empató seis y perdió nueve. Aquella era una época de rivalidad intensa, marcada por los enfrentamientos entre Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, bajo la dirección de entrenadores de fuerte personalidad como Mourinho y Guardiola.
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Entre los duelos más recordados figuran el histórico 5-0 de 2010 en el Camp Nou y las dos finales de Copa del Rey ganadas por los blancos en Mestalla, en 2010 y 2014. Estos partidos no solo forjaron su carácter competitivo, sino que también le dejaron lecciones tácticas que ahora aplica desde el banquillo.
Un nuevo Clásico, un viejo desafío
Hoy, Xabi Alonso se enfrenta a una versión distinta del Clásico, menos incendiaria que la de hace una década, pero igual de trascendental. El entrenador del Real Madrid afronta este compromiso consciente de la presión que conlleva, especialmente tras los precedentes históricos del duelo.
Más allá del resultado, el partido representa una prueba de madurez para su etapa como técnico en la élite. Si logra imponerse, reforzará su autoridad dentro del vestuario y ante la afición blanca. Pero si el resultado no acompaña, el debate sobre su liderazgo podría intensificarse. En cualquier caso, Xabi Alonso se prepara para otro capítulo decisivo en su larga relación con el Clásico, ahora desde el lugar donde más responsabilidades recaen: el banquillo del Santiago Bernabéu.